LaSalud.mx.- La PrEP, es la profilaxis pre-exposición al VIH, por sus siglas en inglés, la cual solo está disponible en Estados unidos ydesde 2014, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado el uso de PrEP en poblaciones altamente vulnerables al VIH incluyendo a los HSH. Por otro lado, el Fondo Mundial para la lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria ya ha comenzado a financiar propuestas de países que incluyen a la PrEP entre sus proyectos nacionales para la prevención del VIH.
Cualquiera que lea páginas web sobre VIH o diversidad sexual, así como revistas norteamericanas o europeas dirigidas a hombres gays como Out, la francesa Tetû, la inglesa GT o la australiana DNA, habrá visto en el último año una ola de discusiones sobre si es bueno o malo promover, pagar o usar la PrEP debido a que varios gobiernos y aseguradoras de salud de todo el mundo han comenzado a solventar dicho tratamiento para los hombres gays y bisexuales que lo requieran, por el simple hecho de pedirlo.
Hace poco escuché a un amigo decir que usar PrEP es como tomarse un Dramamine antes de viajar en carretera para quien sabe que se marea con las curvas. Sin embargo, no es tan sencillo. La PrEP consiste en tomar una pastilla diaria del medicamento llamado Truvada por el periodo en el que se quiera tener protección ante el VIH el cual puede ser de mínimo un mes y máximo, no se sabe, pero probablemente décadas. De acuerdo a ensayos clínicos realizados por diversas instituciones de investigación en todo el mundo, la efectividad de la PrEP es de más del 90%.
Aunque en todos los países donde la PrEP se recomienda en combinación con el uso del condón, muchas de las personas que la usan, lo hacen para poder tener sexo bareback con mínimas probabilidades de adquirir VIH, aunque Truvada no protege para ninguna infección de transmisión sexual. En Estados Unidos, incluso se ha creado una nueva expresión para los gays que recurren a esta práctica: Truvada whore o “puta del Truvada”.
Ahora, en México nuestra realidad de país en vías de desarrollo, ¿sería posible tener PrEP en México? La respuesta es tres nos y tres tal vez.
No, porque México es uno de los países que paga más por medicamentos antirretrovirales en el mundo para las personas que viven con VIH, sería difícil pensar que el Sector Salud (que incluye al IMSS, ISSSTE, el Seguro Popular y los servicios de las Fuerzas Armadas) quiera pagar medicamentos tan caros para alguien que no tiene el virus pero que sin duda, tiene un gran riesgo de adquirirlo.
No, porque el precio al mercado de Truvada es de casi $10,000 por lo que muy, muy pocas personas podrían pagar esta cantidad mensualmente. Además, las personas que tienen seguros médicos privados de amplia cobertura en este país son muy pocas aunque quizás ellos sí podrían acceder a la PrEP con su seguro.
No, porque el uso correcto y consistente del condón resulta una opción mucho más barata y eficaz para la prevención del VIH aunque también hay que reconocer que a más de 30 años de la epidemia, no se ha logrado que la frecuencia del uso de preservativo entre hombres gays sea mayor al 76%. Esto, sumado a que en México las personas con VIH tienen derecho a acceder a ARVs, contribuye a la prevención debido a que una persona que utiliza adecuadamente sus medicamentos disminuye significativamente la posibilidad de transmitir el virus a otras personas.
Ahora, tal vez porque existen estudios de costo-efectividad que se han hecho en varios países que indican que dar PrEP a las personas con alta vulnerabilidad, a largo plazo resulta más barato que ARVs a quien ya vive con VIH. En México, esto podría funcionar para poblaciones con prevalencias de más de 20% como los trabajadores sexuales masculinos y las mujeres trans.
Tal vez, porque es necesario reconocer que cada vez más hombres gays practican el bareback con regularidad y deben tener la posibilidad de reducir el riesgo de adquirir VIH. Muchos críticos de la PrEP afirman que si estuviera disponible, más personas dejarían de usar condón, sin embargo este argumento ha resultado débil a través de diversas investigaciones en otros países. Además, es el mismo argumento que se daba cuando la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia se empezó a vender en las farmacias: “todas las jóvenes van a dejar de usar condón” y eso no fue en lo absoluto lo que sucedió.
Tal vez, porque recientemente en la reunión técnica organizada por ONUSIDA y la OMS sobre Profilaxis Pre-Exposición, se mencionó que no hay evidencia de que Truvada produzca resistencia en su uso al mediano plazo, ni tampoco tiene una alta toxicidad por lo que hasta el momento, no hay razones de tipo clínico para no recomendarla. El problema principal sigue siendo la adherencia ya que se requiere que quien la use, sea estricto en su ingesta diaria.
En resumen, la probabilidad de que la PrEP llegue a México como una opción disponible a toda la población de HSH y trans, es reducida por motivos económicos pero por el lado social, sí hay razones para creer que no sería descabellado que algunos grupos específicos tengan acceso a ella.
Asistente de investigación en el Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública y miembro de la organización Espolea.