El informe Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), publicado ayer, demuestra que 2011 ha sido un año de cambio ya que muestra que las nuevas infecciones por VIH, y las muertes por sida han descendido hasta los niveles más bajos desde que la epidemia alcanzara su máximo. «Las nuevas infecciones por el virus se han reducido un 21% desde 1997, y las enfermedades relacionadas con el sida han disminuido en un 21% desde el año 2005».
El documento subraya que el 47 por ciento (6,6 millones) de los 14,2 millones de personas que deben recibir tratamiento en los países de ingresos bajos y medios tiene acceso a la terapia. Aunque esto suponga un aumento de 1,35 millones desde 2009, está todavía lejos del «acceso universal», uno de los objetivos del milenio para 2015. Ahora, según el informe existen señales evidentes que demuestran que el tratamiento del VIH está teniendo un impacto significativo en la reducción del número de nuevas infecciones. Así, ha evitado 2,5 millones de muertes desde 1995 en personas que viven en países de ingresos bajos y medios. «Incluso en una crisis financiera complicada, los países están ofreciendo resultados en la respuesta al sida», dijo Michel Sidibé, director de ONUSIDA.
Tratamiento como prevención
Se sabe que el tratamiento actual reduce el nivel de VIH en sangre hasta cifras indetectables, lo que mejora la salud de las personas con VIH y, al mismo tiempo, disminuye la cantidad de virus lo que limita la probabilidad de transmisión del VIH en más del 90% -los últimos estudios demuestran que el tratamiento puede llegar a un nivel de eficacia del 96%-.
Los datos muestran que, a finales de 2010, vivían 34 millones de personas con VIH en el mundo, se produjeron 2,7 millones de nuevas infecciones y fallecieron 1,8 millones de individuos por el sida en 2010. Se calcula que en el mundo había 34 millones de personas [31,6 millones – 35,2 millones] con VIH en 2010, y desde 2005 las muertes relacionadas con el sida han disminuido de 2,2 millones hasta 1,8 millones en 2010.
El informe destaca el hecho de que las nuevas infecciones se hayan reducido de forma significativa o estabilizado en la mayoría del mundo. Se cree que el cambio en el comportamiento sexual, en particular entre los jóvenes, está favoreciendo la disminución de nuevas infecciones, puesto que las personas reducen el número de parejas sexuales, aumentan el uso del preservativo y retrasan su primera relación sexual. El informe subraya también que un ascenso de la circuncisión masculina comienza a contribuir a las caídas de las nuevas infecciones.
Nuevo marco de actuación
ONUSIDA ha desarrollado un nuevo marco para las inversiones destinadas al sida que se centra en estrategias basadas en pruebas, de gran impacto y de alto valor. «El marco de inversión se basa en la comunidad, no en el producto. El punto central del enfoque son las personas, no el virus», declaró Sidibé.
Este nuevo enfoque estratégico de inversión alcanzaría resultados extraordinarios; se evitarían al menos 12,2 millones de nuevas infecciones por el VIH, 1,9 millones en niños entre los años 2011 y 2020; asimismo, se impedirían 7,4 millones de muertes relacionadas con el sida en el mismo periodo de tiempo.
El marco se fundamenta en seis actividades de programas esenciales: intervenciones delimitadas para las poblaciones de mayor riesgo (en particular los profesionales del sexo y sus clientes, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los usuarios de drogas inyectables); prevención de nuevas infecciones por el VIH en niños; programas orientados a modificar comportamientos; fomento y distribución del preservativo; tratamiento, atención y apoyo a las personas que viven con el virus; y circuncisión masculina voluntaria en aquellos países con una alta prevalencia del VIH y bajos índices de circuncisión.
Con el fin de que el marco sea eficaz, las actividades de estos programas deben tener en cuenta habilitadores esenciales, como la reducción del estigma, el respeto de los derechos humanos, la creación de un entorno jurídico protector y el desarrollo de las capacidades de las organizaciones locales. Éstos son fundamentales a la hora de superar las barreras a las que los programas eficaces tienen que hacer frente.
Acceso universal
El empleo del marco para alcanzar el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH para el año 2015 requiere un aumento de la financiación hasta 22 000 – 24 000 millones de dólares estadounidenses, de acuerdo con los objetivos establecidos en la Declaración política de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida de 2011. Si se consigue que el nuevo marco de inversión se aplique por completo en los próximos cuatro años, las necesidades mundiales de nuevos recursos alcanzarán su punto álgido en 2015, y posteriormente comenzarán a disminuir de forma gradual; de esta manera, la respuesta al sida se convertirá en una oportunidad de inversión excelente en la que los resultados compensarán los costes originarios en menos de una generación.
A finales del año 2010, la respuesta al sida en países de ingresos bajos y medios contaba con la disponibilidad de 15 000 millones de dólares estadounidenses. La financiación de los países donantes se ha reducido en un 10%, desde 7 600 millones hasta 6 900 millones de dólares estadounidenses en 2010. En un clima de dificultad económica, el futuro de los recursos relacionados con el sida depende de la realización de inversiones inteligentes.